Caries: ¿cómo las tratamos?

Las caries son daños permanentes en la superficie de los dientes que se desarrollan en cavidades pequeñas o agujeros. Son causadas por una combinación de factores, que
incluyen:
1. Bacterias en la boca: Las bacterias presentes en la boca forman una película pegajosa llamada placa dental. Estas bacterias descomponen los azúcares y almidones de los alimentos produciendo ácidos.
2. Consumo frecuente de azúcares y almidones: Los alimentos y bebidas azucarados o ricos en almidones proporcionan el "combustible" para las bacterias, permitiendo la producción de ácidos que dañan el esmalte dental.
3. Higiene bucal deficiente: No cepillarse los dientes y no usar hilo dental con regularidad permite que la placa dental se acumule, aumentando el riesgo de caries.
4. Fluoruro insuficiente: El fluoruro ayuda a prevenir las caries al fortalecer el esmalte dental. La falta de exposición adecuada al fluoruro, ya sea en el agua potable o en productos dentales, puede incrementar el riesgo de desarrollar caries.

Los síntomas de las caries pueden incluir dolor de dientes, sensibilidad dental, manchas visibles en los dientes y mal aliento. Para prevenir las caries, es esencial mantener una buena higiene bucal, limitar el consumo de alimentos azucarados y almidonados, y visitar al dentista regularmente.

Cómo las tratamos

El tratamiento de las caries depende de la severidad del daño. Aquí hay algunas opciones comunes:

1. Fluoruro: En las etapas iniciales, el tratamiento con fluoruro puede ayudar a restaurar el esmalte dental y revertir las caries muy pequeñas. El fluoruro puede ser aplicado por un dentista en forma de gel, espuma o barniz.
2. Empastes: Cuando la caries ha avanzado más allá de las primeras etapas, los empastes son el tratamiento más común. El dentista elimina la parte cariada del diente y luego rellena la cavidad con un material como amalgama, resina compuesta, porcelana o una aleación de oro.
3. Coronas: Si el diente está severamente dañado, puede ser necesario cubrirlo con una corona. El dentista elimina la parte dañada y coloca una corona, que puede estar hecha de porcelana, resina, cerámica o una combinación de materiales.
4. Tratamiento de conducto (endodoncia): Si la caries ha llegado al nervio del diente (pulpa), puede ser necesario un tratamiento de conducto. El dentista extrae la pulpa infectada, limpia y desinfecta el conducto radicular y luego lo rellena y sella.
5. Extracción dental: En casos extremos, cuando el diente está muy dañado y no puede ser restaurado, puede ser necesario extraer el diente. Posteriormente, el espacio dejado por el diente extraído puede ser llenado con un implante dental, un puente o una dentadura postiza.

Además de estos tratamientos, es crucial seguir medidas preventivas para evitar futuras caries, como:

  • Mantener una buena higiene bucal: cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con fluoruro y usar hilo dental diariamente.
  • Limitar el consumo de alimentos y bebidas azucarados y almidonados.
  • Visitar al dentista regularmente para chequeos y limpiezas profesionales.
  • Usar enjuagues bucales con fluoruro para fortalecer el esmalte dental.
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